A lo largo de nuestra vida vamos estableciendo hábitos casi de forma inconsciente, mediante la repetición de acciones. Los hay positivos y negativos, y generalmente sabemos diferenciar muy bien entre ellos. Sin embargo, fallamos en lograr establecer buenas costumbres y seguirlas, al mismo tiempo que parecemos encasillarnos demasiado fácilmente en perpetuar aquellas que son negativas.

A pesar de que conocemos a fondo cuáles son los hábitos más saludables y dañinos para nuestra vida, a menudo, dejamos que nuestro bienestar dependa del consumo de hábitos negativos, mientras que tratar de fomentar otros nuevos nos llena de frustración. “Tengo que dejar de comer dulces”, “Debería empezar a correr” ¿Os suena?

[Fuente: leyatraccionpositiva.com]

El fiasco en los numerosos intentos de establecer y mantener buenos hábitos de los que carecemos es tangible para todos nosotros, y, probablemente esto frustre más nuestro intento de cambiar nuestro comportamiento, abandonando nuestras tentativas a fórmulas tan atractivas como simplistas y falsas que aconsejan, recomiendan y sugieren sencillos y lógicos pasos a seguir… “5 pasos para dejar de comer dulces”, “seis sencillos pasos para convertirte en runner”… ¿Os vuelve a sonar?

Establecer una nueva rutina ajena, a la vez que tratamos de dejar ir ciertas prácticas que se han tornado bastante viciosas requiere nada más y nada menos que fuerza de voluntad, primero, para establecerlos, y, segundo, para continuar en la práctica, hasta que al final nos sintamos a gusto con ellos, una vez superada la etapa inicial donde nuestra mente opone la máxima resistencia.

Pero ¿cómo ejercitar la fuerza de voluntad? He aquí una única respuesta que probablemente no se lea a menudo en ninguna de esas fórmulas que se multiplican y extienden por la red.

Meditar.

[Fuente: mundoconsciente.es]

Cuando practicamos la meditación tratamos la calidad de nuestra mente, refinándola cada vez más, como quien muele un grano de café, que evoluciona de un estado de grosor a un estado de finura. Tenemos la capacidad de ralentizar el alocado ritmo de nuestra mente, lo que nos permite ver con mayor claridad otras cosas como la relación de hábitos en nuestra vida.

¿Pero, cómo comenzar a meditar? He aquí la lista que todos esperábamos:

Meditar nos ayuda a adquirir hábitos saludables porque nos pone en perspectiva para enfocar nuestra vida de una forma diferente. Practicar la meditación nos hace ver con más claridad lo que es beneficioso y perjudicial para nosotros y nos pone en una posición mejor para tomar las decisiones correctas.

¿Te animas a probar?