Mi Lucha Interna Del Día A Día: Practicar Ashtanga Yoga

http://www.ayurveda-awareness.com.au/news/no-time-for-yoga/

Cada mañana suena la alarma a las 6:00 a.m. Sin abrir los ojos y, supongo que en ese lapso de solo algunos segundos, recurren a mi mente mil y un pensamientos y excusas para no levantarme. Finalmente abro los ojos y mi primer pensamiento consciente es “PAIN” en español “dolor” (y es en inglés por ser más rítmico y rápido de asociar a ese pensamiento madrugal).

Por otros 15 minutos mientras me voy a la ducha a despertar finalmente, otra secuencia de mil y un excusas para no hacer yoga vienen a mi mente.  Para mi, cada mañana es una lucha interna mental para levantarme y hacer un esfuerzo sobrehumano para salir de casa e ir al shala (estudio de yoga) donde hago mi práctica.

El inicio

Comencé a practicar yoga en el 2004 y no me enamoré la primera vez de la práctica. El primer día apenas y pude sostener el volante para regresar a casa. El amor vino después cuando pude levantar mi pie, tomar el dedo gordo y hacer lo que nunca pude en la barra de ballet. ¡Aplausos! Estuve practicando alrededor de 6 meses, no recuerdo la razón por qué dejé de ir pero la semilla se había plantado, tardó en germinar otros años más para considerarme una estudiante de yoga.

Los años vacíos

Mi práctica varió por otro par de años, algunas veces lo hacía por algunos meses y así. Fue en el 2013 después de ir a mi primer retiro de Peace Revolution y de practicar meditación en serio que hubo una intención por querer retomar el yoga.

Entre 2015 y 2016 me vino a la mente la necesidad de ir a practicar Ashtanga a la fuente, a Mysore India; y sabía en ese momento que el camino no sería sencillo ni fácil si no hacía del yoga un hábito. Retomarlo, como la meditación cuando deja de ser un hábito, fue difícil, dolor emocional y dolores musculares varios. Si dejaba de practicar y volvía unos días después la sesión se volvía dolorosa y me sentía un costal de arena que tenía que levantar.

Flow…  o el compromiso conmigo misma

Hace casi un año sentí el flow y decidí ir a India este año para ser una estudiante más de yoga en Mysore.  Antes de irme a India, tuve la oportunidad de estar en retiros de meditación, los mismos que me ayudaron a afinar la auto observación y la contemplación.  Una vez de terminar mi temporada de maratones de meditación estuve lista para subir a un avión y continuar con el reto: 1 mes de práctica son Saraswathi Jois, hija del famoso Gurú Pathabbi Jois y mamá del Gurugui Sharat.  Después de este mes de práctica fui observando cómo mi cuerpo se fue haciendo más dócil a la práctica y como  el hecho de meditar y hacer yoga te da un estado de atención que antes no había experimentado.

Photo credits: Mmatad, me with Saraswathi Jois

Ya de regreso en casa seguí con la práctica y con mi lucha interna. A veces hay muchos distractores como en todo. Pero supongo que lo que me sigue moviendo internamente es esa necesidad de mi mente por mantenerse alerta a cada respiración, a cada movimiento y regresar a casa, meditar y sentir que se ganó una batalla más.

Desde mi muy personal punto de vista, el desarrollo personal es eso, es una lucha por continuar y por sentirse agradecido por cada nuevo hábito que pudiste mantener en el día, por esa decisión tomada y que fue la más acertada. Hasta hace poco entendí por qué mis maestros de meditación, monjes budistas tailandeses, recomendaban practicar yoga; y no fue hasta que logré una sincronía de respiración con ojos abiertos (haciendo yoga) y ojos cerrados (meditando) que vi la imagen completa.

Hacerte consciente de cuidar la mente y el cuerpo te lleva a un desarrollo de nuevos hábitos más saludables, de empatizar con las personas que están a tu alrededor y de simplemente disfrutar el momento presente, aunque el dolor y la lucha despierten al día siguiente.

Sea cual sea el deporte que practiques de forma continua recomiendo ampliamente tener espacios para tomarte una pausa, respira, duerme o medita si quieres. Hay algo que me ha marcado mucho este año y me sigue haciendo sentido, citando a Murakami El dolor es inevitable el sufrimiento es opcional.

Photo credits: Mmatad

 

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